Hugo Peña (Seminarista) Indígena Que Inspiran Vocación

Hugo Peña Seminarista
Indígena Pemón

El llamado de Dios, es un misterio, que el va construyendo en la persona que ha escogido para el anuncio de su palabra, en ello se resume la frase de Jesús “muchos son los llamados, pocos los escogidos” donde Jesús nos presenta que todos somos llamados por Dios para ser una misión, pero pocos son los que son elegidos para unas grandes misiones, misiones especiales que enaltecen la vida y arraiga la fe en ese Dios de amor. 

Éstas llamadas son maravillosas, tal es el caso de nuestro hno. Hugo Peña, quien Nació una mañana del 20 de octubre del año 1994 en la comunidad indígena de Wonkén (Gran Sabana-Venezuela). Donde desde su cultura y vivencia logró escuchar la llamada de Dios. 

“Vengo de una familia joven cristiana. Somos seis hermanos: cuatro varones y dos hembras. Perdí a mi hermano menor hace un par de años. Inicié las clases como oyente a los dos años, en mi comunidad” 

Hugo un joven de apenas 25 años, aceptó que Dios prepara su camino y ser instrumento del señor, quién culminó su primer año de teología, y sigue motivado en seguir formándose para ser un gran misionero en las tierras indígenas del Vicariato Apostólico del Caroní, es seminarista de éste vicariato, formándose en el Seminario Mayor Jesús Buen Pastor de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar. 


“Lo que define mi vocación es que es algo que nunca esperé pero decidí descubrir con ese modo de vivir, la felicidad del amor que nos ha sido destinado por Dios. Solo tuve que abrir mi corazón a Él, y la verdad, entre tantas  cosas bellas de la vida solo puedo decir que tener, sin merecerlo, me alegra, el Amor de Dios es lo más grandioso que pudo pasar en mi vida”

Dios escoge a personas que verdaderamente anuncien con amor su palabra, la humildad, sencillez, sensibilidad y compromiso son los que van definiendo el carisma y la gracia que tiene un religioso, la cercanía a la vida y la conexión desde el sentir de lo que nos rodea. 

“Voy descubriendo que ser hombre tiene su modo de expresarse en el servicio por amor a los demás en este camino en medio de una gran sabana que ha de merecer lo mejor: Amor. 
Florecer como la orquídea, brillar como el sol,  regar la selva como la lluvia, tocar el cielo estrellado, es cosa de amor que me seduce”

Dentro de la Amazonía Dios también va ofreciendo su hermosa sensibilidad en su creación, ser indígena es contemplar lo hermoso de ser guardianes de la Amazonía, por ello un llamado dentro de este territorio es un llamado que regocija y abraza a una comunidad y a una gran familia. 

“Dios se fija y llama a los que él quiere para dar a conocer su amor puro y más en estos tiempos, porque nada pasa por casualidad. Dios quiere hablarle al hombre de hoy.  Dios cuida de sus pequeños por medio de hombres que deciden con voluntad responder «aqui estoy para hacer tu voluntad»”

Verdaderamente el joven Hugo Peña es un gran ejemplo de inspiración, constancia y entrega, mostrando el amor de Dios desde el servicio. Dios va obrando en cosas pequeñas que luego se convierten en instrumentos e inspiración de su creación. La llamada de Dios es una bendición, ser profeta en éstos tiempos es de valientes, pero aquel que se arriesga es un gran tesoro que merece nuestra oración y cuidado. Ellos que entregan su vida totalmente a Cristo, ofreciendo sus manos, pies, voz y vida para seguir promoviendo las grandes cosas del Señor. 

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