Anunciando alegría en medio de la desesperanza

 Un barrio que les abre las puertas a la Navidad

Casa Sra Cenair
Foto: J. Ramos
En mi camino misionero he compartido realidades muy hermosas y conocido gente muy edificada, en esta oportunidad estoy en un barrio de la ciudad de Caracas, un sector dónde encuentras situaciones lamentablemente, pero también agradables, con familias sencillas y entregadas al servicio de los demás. Éstos días observaba mi entorno y me preguntaba si habría una navidad o si la gente estaba consciente que ya viene el niño Dios, la pandemia trajo consigo mucho sufrimientos para las familias y la sociedad que ya venía golpeada aquí en Venezuela por la situación económica, pero aún así puedo comenzar afirmando «Dios nacerá en cada hogar en esta navidad» 

Bendición de pesebres a cargo del Padre
Foto: J. Ramos
La presencia de Dios se hace viva en esta comunidad por la presencia de misioneros, familias y jóvenes que hacen de Jesús un proyecto de vida. Dentro de esta comunidad hacen vida una comunidad universitaria de jóvenes con aspiraciones vocacional a la vida religiosa, ellos son el rostro del amor de Dios por su pueblo, su paso por esta comunidad deja esperanza, sonrisa y motivaciones para tantas familias que se han formado y acompañado el proceso envagelizador de esta comunidad.

Padre Pedro coloreando con los niños de la comunidad
Foto: J. Ramos
Éstos días previos a la navidad se han realizado actividades que llevan a despertar el sentido de la navidad y en preparación a recibir al niño Dios, no solo en los hogares sino en los corazones de los habitantes de esta comunidad. Muchas familias abren las puertas de su casa, pese a la pandemia, a sacerdotes para meditar la palabra de Dios y bendecir los pesebres. Éstos sacerdotes que se le llama “padre” son ejemplo vivos de entrega y compromiso, su dedicación y celo por seguir anunciando el amor de Dios los hace traspasar las fronteras de sus realidades, que con valentía se arriesgan y apuestan por un civilización del amor y que con una sonrisa tocan los corazones de tantas familias que esperan el nacimiento del niño Dios. 

Padre Felipe dirigiendo la Posada
Foto: J. Ramos
Jesús el Emmanuel que es «luz y esperanza» para todos se hace presente desde la realidad de cada familia, niño y abuelo, ver lo que acontece aquí es mirar y contemplar a un Jesús que vive y acompaña a su pueblo, el es “el protagonista de esta historia” es quien viene a pedir posada en nuestro corazón, es quién en verdad quiere nacer en nosotros.

El Padre en la Bendición de los pesebres
Foto: J. Ramos




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