Las Organizaciones Indígenas, Sociales, Ambientales, Universitarias y Eclesiales emiten comunicado por el II Conversatorio Indígena Venezolano
DOCUMENTO FINAL DEL II CONVERSATORIO INDÍGENA VENEZOLANO
¨HACIA LA SINODALIDAD DE LAS COMUNIDADES¨
“LOS PUEBLOS INDÍGENAS TAMBIÉN TIENEN DERECHO
A UNA VIDA DE OPORTUNIDADES, ESPERANZAS Y ESCUCHA”
Exigir es una ventana de apertura para entrar en escucha
y diálogo, es un último paso que les queda a los pueblos para clamar ante sus
resistencias. Desde el 15 al 18 de junio del 2021 diferentes pueblos indígenas
y organizaciones que acompañan las comunidades originarias nos reunimos para
expresar nuestras dolencias, llantos y clamores ante las lamentables
situaciones que padecen las comunidades y sus pobladores. Tantos gritos que se
escuchan en los caños, selva y montañas, tantas muertes que a diario viven a
causa de enfermedades, desnutrición y por enfrentamientos en defensa de sus
territorios, una contaminación que crece diariamente por el extractivismo y el
que los hace vulnerables por ser los que habitan en esos territorios, un
desplazamiento obligado por los grandes desafíos que esta situación país ha
causado y sigue golpeando la vida de los pueblos indígenas.
La COVID-19 en las
comunidades y el cambio climático.
La
pandemia generó grandes desafíos en las comunidades, su llegada agravó la
situación de las comunidades, con ella el fuerte golpe que el mismo cambio
climático genera, entre las crecida de los ríos y otros su sequía, destrucción
de los territorios y los grandes cambios de los patrones ambientales que está
afectando de manera grave las comunidades. Es mayor el desafío de establecer de
manera urgente planes específicos de adaptación a este fenómeno, diseñados con
la participación directa y efectiva de las comunidades indígenas; desde sus
culturas y saberes. Así mismo invitamos a las autoridades a reflexionar y
trabajar este tema indispensable, generando acciones con las comunidades para
proteger la vida ante los efectos de la crisis climática.
De igual forma es necesario mencionar la
falta de información y comunicación sobre los efectos del virus, el que es
relativamente visible en los pobladores y en el personal de salud. La condición
de las comunidades es demasiado crítica, los centros de salud están
desabastecidas; sin insumos médicos, medicamentos ni personal capacitado para
la misma, están en colapso los centros de salud y con ella las limitaciones que
tienen las comunidades para acceder a una atención sanitaria adecuada.
Así mismo, las muertes en las comunidades Warao, Jivi, Pemón,
Yekwana, Uwotüja, Yanomami, Wayuú, Barí y Kariña van aumentando y eso debe
invitarnos a preocuparnos por estas lamentables pérdidas que viven las comunidades. La presencia del virus ocasionó diferentes
circunstancias como la falta de acceso a los ingresos básicos y el combustible
para ir a buscar la misma. Tantas curiaras (canoas) se ven en los muelles de
las ciudades, indígenas que se arriesgan navegando entre cuatro a cinco días
para poder tener acceso a los alimentos. Urge recordar al Estado que las comunidades
indígenas también son ciudadanos con derechos, es necesario hacer cumplir lo
emanado en el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales. Y lo que
está establecido en nuestra Constitución y en la Ley Orgánica de los Pueblos y
Comunidades Indígenas de diciembre 2005.
Migración y
movilidad: obligados a huir de sus tierras.
La
situación país cada día es más
caótica y la falta de políticas públicas que ayuden a las comunidades
son ineficientes, elementos que configuran la terrible crisis humanitaria,
social, ambiental y sanitaria que enfrenta el país. Cada noche que pasa muchas
familias duermen sin haber consumido ningún bocado de comida, otros sin techo
pasan la noche en las calles de las ciudades y otros de camino a nuevos
horizontes totalmente inciertos.
Es inevitable mencionar las muchas familias
de indígenas que atraviesan las fronteras buscando condiciones para vivir en
diferentes países vecinos, la última notificación de ACNUR indica cifras
alarmantes, que más allá de la
situación social
ocasionada por la pandemia, sigue la migración y entre ellos de las
poblaciones indígenas; el desplazamiento forzado a causa de los enfrentamientos
con foráneos, la movilidad hacia las ciudades y sus asentamientos en plazas,
calles y vertederos. No hace falta nombrar las pésimas condiciones de las
comunidades, cuando es algo visible que viven
los pueblos originarios. Queda
preguntarse dónde está el
cumplimiento de las leyes que valoran la vida de los ciudadanos
venezolanos.
Desafíos y retos de
la minería.
Los
grandes problemas socio ambientales, ya no solo se
resumen en contaminación por desechos inorgánicos, ahora existe un modelo de desarrollo que genera una
contaminación mayor llamado “extractivismo” el gran contaminante de la Madre Tierra y la destrucción
masiva de grandes territorios indígenas, en especial de la Amazonía venezolana;
comprendidos en los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.
Estas degradaciones ambientales contribuyen
en el deterioro de las condiciones socioeconómicas básicas
e incrementan las enfermedades, entre ellas algunas que se pensaba erradicadas.
La minería trae consigo grandes impactos al ecosistema, entre ellas: la
deforestación, contaminación de agua a causa de la utilización del mercurio y cianuro, pérdida
de biodiversidad, tráfico de la fauna y flora, cambio en los fisiográficos de
los cauces de los ríos y la entrada de foráneos y grupos armados externos.
El mega
proyecto Arco Minero del Orinoco, decretado un 24 de febrero del 2016 en
resolución 2.248, que abarca el 12% del territorio nacional, viola los derechos
fundamentales de los pueblos indígenas, invadiendo sus territorios y
obligándolos a huir de esos lugares de los cuales muchos ya son inhabitables;
esta actividad ilegal se ha convertido en depredación y violencia en los
territorios; las terribles muertes y amenazas de indígenas que se oponen a esta
acciones. Ante la grave
situación por las irregularidades urge hacer una invitación a los poderes del Estado a tomar conciencia y
medidas que protejan la vida de los pueblos, el cuidado del medio ambiente y el
cumplimiento de las leyes que garanticen
el respeto y la protección de la ciudadanía y de sus territorios.
Las verdaderas pandemias
que enfrentan las comunidades indígenas.
La
actual pandemia de la COVID-19 rectifica la terrible crisis humanitaria,
social, ambiental y sanitaria que vive el país y los grandes desafíos que
enfrentan las comunidades indígenas
y no indígenas de Venezuela. Su llegada no solo agravó la situación
también hizo más vulnerable a los pueblos indígenas que ya venían viviendo
diferentes pandemias desde brotes de diversas enfermedades
que llevan hasta la
muerte. Los pueblos no solo están siendo impactados por
el coronavirus que se suma a las
condiciones que ya venían vapuleándolos, por el colapso de un sistema de
salud deteriorado, por una educación maltratada y empobrecida, sin medios
específicos para poder impartirla, por condiciones básicas exhaustas y por una
privación comunicacional que no permite conocer sus realidades.
Es un problema la presencia del virus en las comunidades,
pero también es imperioso resolver las resistencias
que viven los pueblos indígenas a causa de los problemas sociales, económicos y
culturales que atraviesan.
Es
urgente la atención a los pueblos indígenas, es necesario realizar estrategias
que cooperen en la autonomía de las comunidades, el respeto de sus leyes y el
cumplimiento de la misma, constituidos en el artículo 112 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y lo estipulado en la Ley Orgánica para
Pueblos y Comunidades Indígenas.
Es hora de exhortar a las diferentes
instituciones a velar por la vida en especial de los pueblos originarios y sus
costumbres, ellos son los verdaderos dueños de sus territorios y los primeros
pobladores de Venezuela. Es necesario definir con la participación de los indígenas las herramientas
estratégicas para dar respuestas según sus costumbres y cosmovisión a sus
necesidades. Ellos merecen ser escuchados, consultados, atendidos y respetados;
de ellos se debe aprender a cuidar la Madre Tierra y toda la creación.
Venezuela Julio 2021
Quienes suscriben por Pueblos Indígenas:
Pueblos
Indígenas de Venezuela presentes en los estados Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar,
Delta Amacuro, Monagas, Sucre y Zulia.
Quienes suscriben por Organizaciones
Indígenas Declarantes:
Grupo
Cambalache “Amigos del Pueblo Warao”.
Organización
Indígena Intercultural “Wainjirawa”.
Pastoral
Indígena.
Organización de Jóvenes Indígenas.
Quienes suscriben por Universidades, Organizaciones
Sociales, ambientales y Comunitarias:
Universidad
Católica Andrés Bello - Extensión Guayana.
Universidad Autónoma Indígena.
Grupo
de Trabajo Socio Ambiental “Wataniba”.
Grupo
de Investigación Sobre la Amazonia-GRIAM.
Movimiento
Proter Our Planet POP.
Clima
21 – Ambiente y Derechos Humanos.
Todos
por el Futuro.
Observatorio
de Ecología Política de Venezuela.
Quienes suscriben por organizaciones
Religiosas y Pastoral:
Conferencia
Venezolana de Religiosas y Religiosos.
Departamento
de Misiones de la CEV.
Consejo
Misionero Nacional.
Fe y
Alegría Venezuela - Manuel Aristorena
sj.
Obras
Misionales Pontificias de Venezuela.
Asociación de Promoción de la Educación Popular.
Causa
Amerindia Kiwxa – P. Arturo Peraza sj.
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